15 de diciembre de 2013

Wassily Kandinsky, la evolución de un genio.

La producción artística de Kandinsky es un claro ejemplo de superación personal y marca un antes y un después en la historia del arte.

Pintor de origen ruso, Wassily Kandinsky (1866-1944) fue uno de los iniciadores del arte abstracto del siglo XX. Durante su vida fue conocedor de la obra de Rembrandt y Monet. Al cumplir los 30 dejó su trabajo en la Universidad de Moscú, donde impartía clases de Derecho y Economía.  El motivo de este cambio en su vida ocurrió en 1895 cuando visitó la exposición de impresionismo francés y quedó fascinado por una obra de Monet, esto hizo que un año más tarde tomara la decisión de dedicarse plenamente a la pintura trasladándose a Múnich. Tras viajar por multitud de ciudades finalmente se instaló en Murnau (Alemania), donde pintó una serie de paisajes alpinos entre los años 1908 y 1910. Una de sus obras de la etapa en Murnau es A Village Street de 1908.                                             

   


En esta representación colorista se detecta la influencia de la pintura fauve (NOTA: Fauvismo ha sido aplicado a una corriente artística derivada del Impresionismo que tuvo lugar en diferentes partes de Europa especialmente entre los años 1905 a 1907) que Kandinsky había podido contemplar en París.

Tal como narra él mismo en su biografía, por entonces se dio cuenta de que la representación del objeto en sus pinturas era secundaria e incluso perjudicial y que la belleza de sus obras residía en la riqueza cromática y la simplificación formal.

Este descubrimiento le condujo a una experimentación continuada que culminó, a finales de 1910, con la conquista definitiva de la abstracción.  Entre 1910 y 1914 Kandinsky pintó numerosas obras. Estos cuadros se caracterizan por la articulación de gruesas líneas negras con vivos colores y en ellos se percibe todavía un poco la presencia de la realidad.

  

En 1914  Pintura con tres manchas, le encumbraron como el gran pionero del arte no-objetivo. Kandinsky materializaba así su deseo de crear un equivalente de la música en pintura a través de un estilo que fuese capaz de evocar emociones y que, alejado de la realidad exterior, se convirtiese en la expresión de la fuerza interior del artista.

En la década de los años veinte la pintura de Kandinsky experimentó un cambio radical iniciando una abstracción realizada a base de combinaciones de formas geométricas.

   

Composición VIII de 1923 es parte de una serie de composiciones creadas por el artista que reflejan un estado de ánimo muy diferente al de las piezas anteriores, el trabajo es menos caótico, y presenta una imagen general más tranquila para el espectador. Fue pintado mientras Kandinsky trabajaba como profesor en la Bauhaus (NOTA: la Bauhaus, fue la escuela de artesanía, diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Alemania). 
Con la llegada al poder de Hitler en 1933 y el consiguiente cierre de la Bauhaus, Kandinsky huyó a París y se instaló en las afueras, en Neuilly-sur-Seine, donde su pintura recuperó la abstracción más libre de sus primeros años.

     

Alrededor de la línea de 1943, como otras de su último periodo, se caracteriza por un estilo más libre, cercano a la pintura de su gran amigo Paul Klee y a las representaciones antropomórficas de Joan Miró y alejado de su etapa más constructivista de la Bauhaus.


Enlaces de interés:

La casa de Vasily Kandinsky en Murnau

Obras de Kandinsky - Museo Thyssen

Kandinsky - Guggenheim Museum New York

¡Nos vemos en el siguiente post! Que tengan un buen día...

7 de diciembre de 2013

Van Gogh más allá de los girasoles.


Al escuchar el nombre de Vincent Van Gogh nuestra imaginación inmediatamente visualiza girasoles, cielos estrellados o alguno de sus muchos autorretratos…

Para aquellos que no conozcan mucho a este artista Vincent Willem van Gogh (1853-1890) fue un pintor holandés post-impresionista. Su trabajo es notable por su belleza áspera, sinceridad emocional y colores vivos. En 1885 pintó su primera gran obra Los comedores de patatas, en ese momento su paleta se componía de tonos sombríos de tierra. La luz de colores vivos por la que es conocido surgió en obras posteriores, cuando se trasladó al sur de Francia consiguiendo su plenitud durante su estancia en Arlés en 1888. La calidad de su obra sólo fue reconocida después de su muerte considerándose uno de los grandes maestros de la pintura.

De un pintor tan conocido como él con más de 900 obras a lo largo de su vida he descubierto varias pinturas del artista que personalmente me dejaron sorprendida y que desconocía totalmente, hoy quiero hacer mi pequeño homenaje a este gran artista holandés y compartir con vosotros algunas de esas obras.

La primera de ellas es Cráneo con cigarrillo encendido de 1885. El dibujo preciso de la estructura ósea del esqueleto no le impide expresar su estilo y su técnica personal a través de la aplicación de la pintura en las pinceladas sueltas y marcadas. Es como si consiguiera infundir vida a la calavera mediante animados toques de un color dorado.  Realizó esta obra mientras residía en Amberes y esta pintura se caracteriza por sus tonalidades mas sombrias y colores tierra . Se había desplazado allí para poder dibujar y pintar modelos del natural en la Academia de Bellas Artes. Quizá sea ésta una de las imágenes más cómicas pintadas por Vincent. El esqueleto sujeta un cigarrillo encendido entre los dientes, burlándose de los esqueletos presentes en las academias de dibujo para tomar lecciones de anatomía.





Otra de ellas es Floreciente rama de almendro en un vaso con un libro. De su etapa en Arles, esta pertenece al año 1888 esta obra muestra una gran maestría a la hora de tratar la luz y el color, creando un atmosfera llena de vitalidad. Llama la atención del espectador con la transparencia y luminosidad que aporta el vaso de agua y el color pastel de las florecillas y el libro en segundo plano.


Y para terminar una pintura a la que le tengo especial cariño y que he tenido el placer de ver personalmente en el Museo Thyssen, Barcazas de carbón, también llamada Los descargadores de Arles.



En esta escena se reflejan los deseos del pintor por recoger las luces del atardecer pintando las últimas luces del sol y las tonalidades anaranjadas que se crean. Las figuras del primer plano obtienen así unos colores tremendamente oscuros creando así el efecto de contraluz, de la misma manera que ocurre con la silueta de la ciudad al fondo. Los reflejos anaranjados y amarillentos en el agua indican la maestría del holandés, haciendo gala una vez más de esos trazos rápidos pero certeros que le caracterizan con los que organizan la composición y crea los diferentes elementos sin apenas utilizar el dibujo. Pertenece al igual que la anterior a su estancia en Arles (al sur de Francia), esta etapa en la vida de Van Gogh se caracteriza por la luz en sus composiciones.

Con estas tres obras hago un pequeñísimo resumen de mis obras preferidas de Van Gogh. ¡Espero que os haya gustado! 

Enlaces de interés:


Los descargadores en Arles, Colección Thyssen-Bornemisza


¡Nos vemos en el siguiente post! Que tengan un buen día...







4 de diciembre de 2013

Empecemos por el principio...

Desde hace un tiempo tenia rondando la cabeza muchas ideas y por fin me he animado a escribir un blog dedicado a la Historia del Arte. 

Dentro de un tema tan amplio como es el arte me gustaría enseñaros cada semana algo interesante con lo que pasar un buen rato y a la vez aprender un poco más. Hablaré tanto de obras clásicas como de arte contemporáneo, de datos curiosos sobre arte, de museos y exposiciones, etc., compartiré con vosotros mis opiniones y gustos artísticos.


Espero que los paséis bien leyendo este Blog que empiezo con mucha ilusión, que os pique el gusanillo de la curiosidad  por el arte y descubráis que es algo espectacular… 


Pondré todo de mi parte para ir aprendiendo y mejorando con cada post y que no se note mucho que soy una principiante en esto de escribir un blog.


“El arte la expresión del alma que desea ser escuchada” 


Y hasta aquí puedo leer... Hasta el siguiente post!